Tipos y funciones de las estrategias logísticas

La estrategia logística es toda aquella medida empresarial que se lleva a cabo para el movimiento integral de una empresa y prescriben los objetivos de tareas productivas, tomando para ello como factor indispensable el servicio y la atención al cliente. De esta forma, podemos decir que la estrategia logística ayuda a mejorar la productividad y competitividad de cualquier empresa.

Funciones de la estrategia logística

En todos los procesos logísticos se pueden diferenciar al menos 5 funciones básicas. Estas están diseñadas para la mejora del desempeño como plan estratégico.

Gestión de tráfico y transporte

Esta función es la encargada del movimiento físico de la materia prima que se consuma para realizar el producto final, así como todo insumo que posea la empresa.

Gestión de inventario

Esta función se encarga del surtido de materia e insumos que son necesarios para abastecer las necesidades de la producción de la empresa.

También se ocupa del surtido y control de existencias de los productos ya terminados que están destinados a acabar en las manos del cliente.

Gestión de la estructura productiva

Consiste en la planificación estratégica de las instalaciones existentes en el entorno de la empresa para la producción. Se gestionan las características de las mismas, como el tipo, el número, la configuración, la función a desempeñar…

Gestión de manipulación de recursos

Se manejan los medios para la manipulación de los materiales, así como el uso eficiente del almacenamiento e inventario.

Gestión de comunicación e información

En este apartado se incluye el análisis, la recolección, el almacenamiento y la difusión de toda la información, de forma precisa y puntual. Este aspecto es de vital importancia, puesto que será un factor decisivo a la hora de la toma de decisiones vitales para la empresa.

Tipos de estrategia logística

Cualquier empresa debe evaluar sus necesidades para poder llegar a la conclusión de qué estrategia logística le trae mayores beneficios. No es lo mismo un almacén que tenga 50 pedidos al día que un almacén que deba atender a 1.000 clientes a diario. Dependiendo de estas necesidades a satisfacer de cara a los clientes, encontramos 4 tipos de logística.

Pequeña logística

Está pensada para abarcar una demanda de unos 50 pedidos diarios. Con un almacén de unos 500 metros cuadrados y unas 5 personas en el equipo debería bastar. No se sigue ninguna organización en particular. El picking se realiza sobre la marcha cuando se prepara el pedido. Y los trabajadores pueden realizar distintas preparaciones en función de las necesidades que surjan en cada momento.

Logística estructurada

Pensada para un rango de pedidos de entre 50 y 1000 paquetes diarios. El almacén debe ser más profesional, la organización de los productos que haya en este debe ser más estricta, el picking se realiza por lotes de pedido y normalmente cada trabajador tiene una tarea específica de la que no se debe salir a menos que sea necesario.

Logística industrializada

Este tipo de logística está pensada para empresas que tengan una demanda mayor a 1.000 pedidos al día. Es necesario automatizar el almacén para conseguir que el ritmo del mismo aumente de forma considerable, dejando fuera cualquier atisbo de bajo rendimiento o posible equivocación de pedido.

El director de logística debe instalar un WMS, un software destinado a la administración del almacén para optimizar el procesamiento de todos los pedidos.

Externalización de la logística

El último tipo es práctico pero costoso. Consiste en tener subcontratado un almacenamiento a terceros, los cuales deben ser capaces de soportar grandes picos de productividad.

Como has visto, la logística es toda una ciencia dentro de una empresa y debe estar presente siempre que se quiera sacar el máximo rendimiento a la misma.