¿Relleno de espuma o plástico de burbujas?
El relleno de espuma o plástico de burbujas es fundamental en cualquier embalaje. Garantizarán la protección de tus productos, necesaria para la satisfacción de tu cliente. Aunque envíes elementos resistentes no sabes qué pasará durante su transporte, y a nadie le gusta tener que reclamar porque su pedido ha llegado en malas condiciones.
Ventajas del relleno de espuma foam
La espuma foam es un material de primera para proteger tus envíos. Funciona de un modo similar al plástico de burbujas, ya que amortigua los golpes y vibraciones gracias a las burbujas de aire de su interior. Sin embargo, es más resistente que este material, por lo que es ideal para envíos a larga distancia o de elementos que podrían romper el embalaje.
Está disponible en rollos y planchas, lo que permite adaptarla a diferentes tipos de mercancía. Mientras los rollos funcionan de un modo muy similar al plástico de burbujas, las planchas son ideales para compartimentar paquetes o fijar elementos móviles.
Este material presenta un acabado más cuidado que el plástico de burbujas y permite reforzar el paquete frente a elementos cortantes o perforantes. Además, su resistencia permite la reutilización, por lo que podrás emplearlo en tus operaciones de logística inversa.
Gracias a la posibilidad de emplear planchas de espuma conseguirás reforzar el paquete, inmovilizando las piezas que de otro modo podrían colisionar durante el transporte. Esto te permite emplearlo para ofrecer una presentación más profesional, por lo que es recomendable recurrir a la espuma al mandar productos de calidad.
Por último, su ligereza y delgadez optimizarán el espacio que emplea en tu almacén. Y ello pese a que presenta una elevada resistencia, útil para proteger elementos tan pesados como muebles o planchas de madera o metal.
Ventajas del relleno de plástico de burbujas
El plástico de burbujas ofrece una protección ideal para productos frágiles y elementos múltiples. Es muy ligero, lo que evitará el encarecimiento del envío, y posee propiedades antiestáticas para utilizarlo con dispositivos electrónicos. Además, aporta amortiguación al paquete, de modo que evitarás daños por golpes o vibraciones.
El tamaño de la burbuja permite que adaptes tu protector a cada tipo de envío. Así, las burbujas pequeñas son ideales para aislar elementos cortantes, mientras que las más grandes bastan para proteger mercancías uniformes.
Puedes adquirirlo en rollos o en formatos precortados. Mientras los primeros son más versátiles y económicos, los segundos son más cómodos de utilizar y agilizarán el tiempo de empaquetado.
También existen bolsas de plástico de burbujas, ideales para mercancías pequeñas.
En definitiva, se trata de un material de protección muy versátil. Podrás utilizarlo para amortiguar materiales tan frágiles como la cerámica o tan resistentes como la madera.
¿Cuál es más adecuado, el relleno de espuma foam o el plástico de burbujas?
Utilizar relleno de espuma o burbujas dependerá del tipo de envío que realices. La espuma es ideal para productos más sensibles, que puedan sufrir por la abrasión durante el envío. Por tanto, cuando tus productos puedan sufrir marcas (por ejemplo, si son de vidrio o metálicos) será recomendable que emplees relleno de espuma.
La espuma foam también será una mejor elección para el envío de dispositivos electrónicos. Y es que, aunque existan plásticos de burbujas con propiedades antiestáticas, este material es mejor aislante de la electricidad.
En cambio, el plástico de burbujas es más versátil. Gracias a ello es la elección más popular en logística. Por tanto, podrás emplearlo como solución general, siendo ideal si en tu negocio trabajas con diferentes tipos de mercaderías.
En definitiva, elegir entre relleno de espuma o burbujas para tus envíos es una cuestión que depende de tu modelo de negocio. Sin embargo, en todo caso deberías aportar la protección necesaria a tus paquetes.