Embalaje isotérmico: Ideal para los productos refrigerados

El uso del embalaje isotérmico se ha disparado desde que se ha popularizado el comercio online. Estos envoltorios, que hace años se reservaban a usos muy específicos, han diversificado las tecnologías que utilizan para adaptarse a todas tus necesidades.

Te contamos cómo se utilizan los embalajes isotérmicos, desde los contraencolados hasta los geles tectónicos.

Usos del embalaje isotérmico

Los embalajes isotérmicos se emplean en transportes donde resulta fundamental mantener la cadena de frío o donde el producto puede variar sus condiciones con la temperatura.

Por ejemplo, son paquetes muy útiles en el sector alimenticio, ya que el auge de las plataformas digitales de comida a domicilio ha provocado una revolución a nivel de paquetería. Desde cajones fabricados con espumas isotérmicas donde transportar los pedidos frescos, hasta cajas de pizza con el interior forrado en aluminio para mantener el producto caliente. Existen múltiples opciones para mantener intactas las propiedades de los productos alimenticios que se venden a través de Internet.

Pero el sector farmacéutico es otro de los grandes beneficiados por estas tecnologías de conservación. En concreto, los materiales aislantes y conservadores del frío se emplean para el transporte de medicamentos, muestras y productos biomédicos. De hecho, los avances en acumuladores de gel y motores de frío permiten la conservación de productos delicados durante largos periodos de tiempo fuera de cámaras frigoríficas. Esto ha propiciado el desarrollo de comercios electrónicos que comercializan productos de parafarmacia y cosmética, entre otros.

Tecnologías isotérmicas

Algunas de las tecnologías más extendidas empleadas en envoltorios isotérmicos son las siguientes:

Paquetes contracolados

Aunque el cartón es un aislante decente, este no es el mejor tipo de embalaje isotérmico. Sin embargo lo nombramos porque su resistencia los hace idóneos para el transporte en sistemas refrigerados. Además, su diseño permite la utilización de imágenes de alta calidad. De modo que es un complemento específico para el foam aluminizado o las espumas, siempre que lo emplees en un diseño multicapa.

Foam aluminizado

Es, probablemente, el sistema más extendido. Aprovecha las propiedades aislantes del aluminio para crear una capa protectora, capaz de mantener la temperatura al tiempo que aporta un extra de solidez al paquete.

Poliuretano de alta densidad o polipropileno celular

Estos polímeros son resistentes y mantienen la temperatura sin problemas, aunque pueden necesitar un envasado exterior adicional.

Motores de frío

Estos sistemas se utilizan para los transportes más complicados. Consisten en la instalación de mecanismos acumuladores capaces de mantener la cadena de frío aun en condiciones extremas. Los acumuladores más comunes son los sólidos, pero también los hay de gel tectónico, más flexibles y versátiles.

Cada paquete tiene unas características y, por tanto, requiere una tecnología especial. Gracias a esta variedad de materiales encontrarás opciones que se adapten a toda tu gama de productos.

Cómo elegir el mejor embalaje isotérmico

Si necesitas hacer un envío refrigerado y no te decides entre todas las opciones del mercado puedes consultar con especialistas cuál te interesa más. Para ello tendrás que tener en cuenta:

Características de tu producto

Si tiene necesidades específicas, volúmenes muy grandes o muy pequeños o se destina a determinados usos reglados, como el alimenticio o el farmacéutico, puede que tengas que ceñirte a unas pocas opciones.

Rango de temperaturas de transporte

Dentro de las opciones que te queden disponibles, el rango de temperatura determinará cuál es el mejor embalaje.

Tiempo y distancia de transporte

Algunos embalajes son más resistentes que otros, de modo que este puede ser un detalle fundamental a la hora de elegir el tuyo.

En definitiva, elige la tecnología y el embalaje isotérmico más adecuado, que será el que mejor se ajuste a tus productos. Gracias al embalaje isotérmico podrás almacenar o transportar durante unas horas tus productos en buen estado.