¿Cómo conservar los guantes de limpieza?
En la actualidad, saber conservar los guantes de limpieza es clave si queremos trabajar con seguridad, salud y evitar gastos innecesarios. Gracias a los diferentes tipos disponibles hoy en día en el mercado, puedes prevenir las agresiones en la piel de cualquier producto de limpieza, al tiempo que te proveen una barrera infranqueable frente a los gérmenes.
Materiales de guantes de limpieza
Has de escoger el guante de un material u otro según el producto de limpieza que vayas a utilizar, ya que algunos pueden resultar dañados con determinados productos. Aquí te mostramos los principales materiales en guantes y para qué utilizarlos:
Guantes de nitrilo
El nitrilo es un caucho sintético, utilizado como sustituto del látex natural. Se emplea para evitar la alergia o irritación que el látex puede provocar en algunas personas. Son muy fáciles de poner y quitar gracias a su excelente elasticidad, así como a su tratamiento interior.
Se deslizan con facilidad y son resistentes a los derivados del petróleo, a los alimentos, a los alcoholes y a los ácidos y disolventes.
Guantes de látex
El látex está compuesto de savia y aditivos para dotar de estabilidad al guante. Es un tipo de guante muy elástico, ligero y resistente al amoniaco, a la acetona y a los alcoholes. Sin embargo, es sensible a los aceites y a algunas otras sustancias presentes en los alimentos. Por ello, no se utilizan en la manipulación de alimentos ni de productos que contengan aceites o grasas. En cambio, sí son adecuados para tareas de limpieza o quirúrgicas.
Guantes de vinilo
Son utilizados con frecuencia para la manipulación de alimentos y siempre que sea necesaria una especial higiene, seguridad o protección.
Solo debes tener en cuenta que no es resistente a las altas temperaturas, por lo que no debes emplearlos para manipular piezas calientes. También se degradan rápidamente a causa del uso prolongado.
Si recurres a ellos para acometer una limpieza profunda, opta por los modelos cubiertos con neopreno. Asegúrate también de no ser alérgico/a al látex.
Guantes de neopreno
Proporcionan la mayor protección. En consecuencia, se utilizan para trabajar con productos químicos como ácidos y otros productos cáusticos. Resisten incluso al ácido sulfúrico, al ácido clorhídrico, al alcohol metílico, al carbonato de potasio, a los sulfitos y a los productos petrolíferos.
Consejos para conservar los guantes de limpieza
Evita exponerlos a temperaturas extremas
No dejes los guantes expuestos a la luz solar ni al calor. Tampoco en contacto con el frío. El calor hace que el material del guante se “derrita” y, por tanto, ya no será tan elástico y perderá propiedades. El frío hace que la goma se cristalice provocando que igualmente pierda elasticidad.
Enjuágalos con jabón suave después de cada uso
Utiliza agua y jabón para limpiar los guantes después de cada uso. De esta manera, suprimirás los productos de limpieza, los gérmenes y las bacterias. Esta situación contribuirá a alargar su vida útil, puesto que los componentes de los productos de limpieza (cloro, bicarbonato, peróxido de hidrógeno, vinagre, etc.) pueden ser corrosivos para los guantes.
Úsalos adecuadamente
Además de tener en cuenta el material, ten cuidado cuando manejes materiales como vidrio o madera. No utilices guantes de cocina en estos casos, sino guantes de trabajo. Así, evitarás perforarlos con el cristal o con las astillas de la madera.
Elige entre resistencia y cuidado de tus manos
Resulta recomendable usar guantes del mismo material por dentro y por fuera, porque sofocan menos tus manos. Sin embargo, los guantes provistos de un material distinto en el interior suelen ser más resistentes. ¡Tú eliges conforme al uso que les vayas a dar!
También se recomienda lavar e hidratar las manos después de utilizar los guantes, dado que pueden ser porosos a alguno de los productos de limpieza.
Para prevenir perforar los guantes con las uñas, decántate por unos que sean holgados en la parte de los dedos. La punta de los guantes es uno de los puntos en los que más se rompen, debido, precisamente, a las uñas.
Otro truco consiste en introducir pequeños trozos de algodón en las puntas de los dedos del guante.
Cómo esterilizar los guantes
Si necesitas esterilizarlos porque han estado en contacto con una superficie con sangre, fluidos corporales o extremadamente sucia, lava la superficie exterior con agua templada y jabón. Después, dáles la vuelta y lávalos con otra solución de agua y jabón por dentro.
Limpia el guante con un paño antibacterial o jabón antibacterias por fuera. Procura que el producto no contenga alcohol, ya que acortará la vida útil del guante.
Cómo secar los guantes
Si has de secarlos, hazlo del revés. De este modo, evitarás que con el tiempo se acumule humedad en algunas zonas, lo que podría estropear el guante o favorecer la aparición de gérmenes.
Si no los vas a usar en un tiempo
Si vas a pasar tiempo sin usarlos, lávalos con agua tibia con un poco de amoníaco. Acláralos en una solución de agua y glicerina. Enjuágalos con cuidado y espolvoréalos por dentro y por fuera con polvos de talco. Guárdalos envueltos en un pedazo de papel para minimizar el contacto con la humedad.
Poner y quitarse los guantes con facilidad
Si antes de ponértelos te aplicas crema de manos podrás ponértelos y quitártelos con mayor facilidad.
Reutilizar guantes rotos
Si debes cambiar los guantes porque uno de ellos se ha roto, sigue usando el que no lo está. Además, puedes aprovechar el perforado para cubrir los nuevos y conseguir así una mayor resistencia.
Este simple gesto favorecerá que los guantes nuevos se conserven mejor.
Como ves, los guantes de goma son imprescindibles para trabajar en un entorno limpio y proteger tu salud. Asegúrate de seguir nuestras recomendaciones para utilizarlos correctamente y aprovechar sus ventajas por mucho tiempo. ¿Has tomado buena nota?